dijous, 20 de maig del 2010

VÍDEOS DE CORSES


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VÍDEOS DE CORSES


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VÍDEOS DE CORSES


LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ

dimarts, 18 de maig del 2010

EL CORSÉ EN EL SIGLO XX

A principios del siglo XX, el cuerpo femenino estaba muy comprimido por el corsé y debí a adaptarse a la silueta artificial en forma de “S”, que realzaba el busto y las caderas y estrechaba al máximo la cintura.
El inicio en el cambio se debe al modisto Paul Poiret, quien eliminó el corsé a partir de 1906, recogiendo las primeras teorías de liberación de la mujer y las nuevas influencias de los estudios sobre higiene y salud.
Poiret presentó el vestido sin corsé y cintura alta en 1906, cuando la silueta en forma de “S” todavía era popular. Con ello empezaba a insinuarse el cambio de las ostentosas formas artificiales del siglo XIX a un estilo revolucionario que destacaba la belleza natural del cuerpo. El resultado fue una gran transformación de la moda. Aunque el corsé no desapareció de la noche a la mañana, se puede afirmar que durante los años de la Primera Guerra Mundial el nuevo estilo de Poiret lo sustituyó por completo.

Desde 1947, con el nuevo estilo de cintura de avispa introducido por el “Neew Look” de Dior, reaparece una prenda interior entera similar al corsé, hecha de goma elástica y tela.


El diseñador Jean-Paul Gaultier debutó en 1976. Le encantaba la parodia y en los años ochenta cogió prendas que tradicionalmente habían sido de lencería como el corsé y la faja, y las transformó en prendas femeninas de uso exterior, borrando así la imagen negativa de la ropa interior. La transformación de ropa interior en prendas de uso exterior es uno de los principales fenómenos de finales del siglo XX, con origen en el movimiento “Conciencia del cuerpo” de los años ochenta, que destacaba la belleza de un cuerpo en forma y lleno de salud.



A mediados de los años 80 surge la moda gótica, como una forma de protesta contra la era disco de finales de los años 70 y principios de los 80, y los colores pastel y extravagancias de los 80. Está caracterizado por: Palidez mortal, pelo negro, camisas con volantes, sombreros de copa, prendas de vestir de cuero, accesorios de joyería religioso, mágico o macabro (pendientes de hueso, rosario, cráneos, etc), normalmente hechos de plata y botas de cuero negro. Las mujeres en particular usan maquillaje de bruja, encajes, medias de rejilla, cuero rojo o púrpura, corsés, guantes, tacones aguja y joyas de plata que representan generalmente temas religiosos y ocultismo.



Hoy en día el corsé se ha vuelto a poner de moda, no sólo entre la estética gótica, también existen verdaderos fanáticos del corsé, como por ejemplo Cathie Jung, la mujer con la cintura más pequeña del mundo (38cm).


BIBLIOGRAFIA

EL CORSÉ EN EL SIGLO XIX

El corsé es una pieza clave del siglo XIX, con un papel bastante ambivalente: por un lado la mujer victoriana iba vestida decentemente siempre i cuando llevara corsé; por otro lado, las mujeres lo utilizaban para potenciar su belleza.
Su uso se debió, sobretodo, a que con la Revolución Industrial la moda se “democratizó” i más mujeres pudieron acceder al corsé. Se aplica el ideal de belleza femenina de un cuerpo modelado a todas las clases.


El corsé se lleva, de manera definitiva, debajo de la ropa, estaban hechos de algodón o lino, y se valoraba más la comodidad, el corsé se acomoda al cuerpo.
Las niñas seguían vistiendo corsé, pero un modelo especial para cuerpos pequeños e inmaduros. Se seguía la idea de la corrección de posturas.

Se anuncian los corsés en las revistas de moda, se exhiben en los escaparates, a pesar de su carácter sensual. Se producen en masa los corsés, que llegan a todas las clases (alta, trabajadora, y hasta los esclavos negros en América).

Hacia el 1860 los corsés eran cortos, hacían un busto pequeño contrastando con la enorme forma de la falda, hecha por las crinolinas.
Hacia el 1870 los corsés son más largos (llamados corsés en forma de cuchara), cubrían la parte del abdomen estilizando la figura de la mujer, a lo cual contribuían las faldas justas.



Hubo algunas primeras manifestaciones femeninas en contra del uso del corsé, iniciativas personales.


Algunos hombres usaban corsés, sobre todo los llamados “dandys”, muy interesados en la moda. A causa de estas prácticas, fueron objeto de muchas caricaturas que los ridiculizaban. Quienes también los utilizaban eran los militares o civiles cuando practicaban algún deporte, para dar soporte a su espalda.

Los hombres corpulentos se servían de esta prenda para hacer caber sus voluminosos cuerpos en los trajes de moda
A partir de la segunda mitad del siglo XIX los hombres solamente utilizaban el corsé por razones “mèdicas”, ya que el ideal burgués en expansión alentaba al hombre a no atender a trivialidades tales como la moda.
BIBLIOGRAFIA
  • STEELE, Valerie. The Corset: a cultural History. Yale Uiversity Press, New Haven & London, 2001.

diumenge, 16 de maig del 2010

EL CORSÉ EN EL SIGLO XVIII

A lo largo de todo el siglo XVIII, la silueta de la mujer fue moldeada por las prendas de ropa interior, como el corsé y el guardainfantes.


En la época Rococó la parte superior del corsé fue bajando hasta dejar el pecho parcialmente al descubierto. El corsé ya no comprimía todo el torso, sino que más bien hacía subir el pecho para que así las joyas relucieran más. Éste pecho asomaba entre un delicado remate de encaje en la parte del escote.


La forma antigua del guardainfantes era acampanada, pero a medida que las faldas se fueron ensanchando (hacia la mitad del siglo XVIII), se fue modificando y se dividió en dos mitades a derecha e izquierda de la falda.


Aunque el enorme y poco práctico guardainfantes resultante era muchas veces objeto de caricatura, a la
s mujeres les encantaba esta moda. En la corte, el guardainfantes ancho se convirtió en elemento obligatorio de la indumentaria. Las prendas tan complejas como ésta, normalmente eran fabricadas por hombres.

Durante la época medieval se había establecido en Francia un gremio de sastres y, desde entonces, cada especialidad dentro de la profesión quedó estrictamente regulada. Aunque en la segunda mitad del siglo XVII había surgido una compañía de mujeres modistas, Les MaîtressesCouturières, dedicada a la confección de prendas femeninas, generalmente fueron los sastres (hombres) quienes confeccionaron los trajes de la corte durante todo el siglo XVIII.
Los hombres también fabricaban los corsés femeninos, ya que se precisaban unas manos fuertes para coser las varillas al rígido material del corsé.

Durante la segunda mitad del siglo XVIII la popularidad del vestido inglés hizo que los vestidos se simplificaran. Como contraste, los trajes femeninos cortesanos de la época presentaban una silueta exagerada, con un corpiño muy ajustado por el corsé y una amplia falda ahuecada en ambos lados por un guardainfantes. Representaban el apogeo de la belleza del artificio.

Durante el periodo revolucionario surgieron las conocidas como Merveilleuses,mujeres revolucionarias que lucían vestidos extremadamente finos y diáfanos, sin corsé ni guardainfantes.



BIBLIOGRAFIA

  • AAVV, “Moda. Una historia des del siglo XVIII al siglo XX. Tomo 1”, Editorial Taschen, Barcelona, 1980.
  • LAVER, James, “Breve historia del traje y la moda”, Editorial Cátedra (5ed), Madrid, 1982.

dissabte, 17 d’abril del 2010

EL CORSÉ EN EL SIGLO XVII


Durante el siglo XVII encontramos una continuación del corsé bajo la ropa iniciadas en el siglo anterior, abriéndose paso por las clases altas, pero también la clase mediana, ta
nto por mujeres como por hombres desde niños (a partir de los 10 años). siguiendo el estilo barroco. Por otro lado, las clases más bajas de la sociedad, para sujetar su pecho, habían de llevar unas prendas similares al corsé pero sujetas sobre la ropa.


Estos corsés continuaban buscando la imagen ideal y voluptuosa del cuerpo de la mujer. El uso ortopédico de estas prendas continuó también vigente y se extendió a lo largo de los siglos soberviviendo (con modificaciones y cambios) hasta a día de hoy. Ya hacia finales de siglo se empiezan a hacer corsets más elaborados, acompañados de las faldas voluminosas y pequeños abrigos, con un aro que alzaba el pecho en busca de esa imagen ideal de la mujer.


De entre los corsés que continuaron mostrando sus formas desde el siglo XVI encontramos los de hierro. Estas prendas eran creadas con hierro forjado, formados por tres piezas (una parte delantera y dos para la espalda unidas por bisagras a los lados), cerrado a la espalda por pestillos. Los agujeros que presenta este modelo de corsé servían para fijar otro tejido que podría ser terciopelo o raso. La diferencia con otros corsés del siglo anterior es su tamaño más reducido y la característica de no ser regulable.


Bajo el nombre de "corazas" o "cuerpos de hierro", el hierro y el acero tenían más un carácter dirigido a la indumentaria militar, por lo que estas prendas, dado que el corsé era usado también por hombres, podrían haber sido dirigidas en un primer momento a los hombres. Poco a poco, la ropa femenina se empapó de estas formas férreas, posiblemente como un objeto represor hacia la voluntad de la mujer. Es difícil imaginar que voluntariamente una mujer se hubiese puesto ese artefacto por voluntad propia dada su similitud con objetos de tortura.


Lo más probable es que estos instrumentos fuesen dirigidos a finalidades ortopédicas, de protección de la columna vertebral o de correcciones de la dirección de la misma, aun coexistiendo con otros corsés ortopédicos de tela más comunes.


CURIOSIDADES:
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BIBLIOGRAFIA:


dissabte, 27 de març del 2010

EL CORSÉ EN EL SIGLO XVI

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Las primeras prendas que se podrían considerar corsés en el sentido estricto aparecieron en la primera mitad del siglo XVI, siendo su fama en las cortes europeas debida a Catalina de Medici ( 1519-1589). En los siglos anteriores no se puede hablar todavía del uso de esta pieza, puesto que la moda medieval, en su evolución, fue adaptando la ropa a la forma del cuerpo, haciendo que las prendas femeninas se ajustasen más, mediante el cierre frontal de los vestidos y blusas. En el siglo XV aparece la basquiña, un corpiño de origen español que se ataba al verdugale , una falda equipada con aros para ensancharla. La basquiña seria, por lo tanto, el precedente más claro del corsé.

En el siglo XVI los corsés y corpiños era utilizados sobretodo por mujeres y jóvenes de la aristocracia. Éstos podían usarse tanto como ropa interior o en el exterior, permitiendo, en este caso, añadir mangas y cubrirse con una parte delantera decorativa. Estos corsés se usaban con piezas alargadas de materiales duros, así como la madera, metal, marfil o hueso de ballena, que se colocaban en la parte frontal del corsé para mantener la posición erecta del cuerpo, lo que hizo que los corsés de esta época se denominaran corps a baleine . Como complemento obligatorio al corsé, las mujeres se colocaban crinolinas, un vestido ahuecado en forma de campana sujetada con varitas de metal, que, con el corsé, enfatizaban la cintura fina de la mujer. Los hombres de la aristocracia también usaban corsé, que daba al busto una forma geométrica, resaltando también una cintura fina y un vientre ligeramente abultado.



La aparición del corsé en esta época y su uso responde a una idea estética concreta que se expande por Europa y que influye las tendencias de la mayoría de países. Se primaba en los círculos de la nobleza los cuerpos rígidos, rectos y que tuvieran forma geométrica, una estética influenciada por la moda española de entonces. Por esa razón se imponía el uso del corsé ya en la infancia, tanto a las niñas como a los niños ( que lo abandonaban a la edad de seis años), ya que les permitiría crecer con rectitud, previniendo deformaciones en la columna y para obtener un busto quien formado, aunque también se asociaba esta prenda a la disciplina y al autocontrol que ésta infundía sobre quien lo llevaba, además de de hacer que las mujeres caminasen con una rectitud majestuosa y digna.


Otro hecho a tener en cuenta es que en esta época aparecen las primeras voces en contra del uso del corsé, sobretodo de cirujanos que lo culpan de muchas muertes y también de parte de críticos de moda y algunos pensadores, quienes acusan a las mujeres de ser esclavas de esta prenda por simple vanidad.


BIBLIOGRAFIA

diumenge, 28 de febrer del 2010

EL ANTECEDENTE DEL CORSÉ; LA CRETA ANTIGUA



Hay indicios, encontrados en pinturas y otras representaciones, que en la antigua Creta, hace unos 2.000 años, existía un antecedente del corsé. Su existencia en las pinturas de los palacios de Creta, principalmente en Knossos, representando a figuras femeninas vistiendo una especie de corpiño con los senos al aire; también se han hallado otras representaciones en estatuas, anillos…
Se trataba de una prenda exterior el propósito de la cual era fortalecer el torso y empujar los senos, creando una figura que se consideraba atractiva en las mujeres.

En un artículo del New York Times, del 21 de febrero de 1909, se habla del “descubrimiento” de la existencia del “corsé” hace ya 2.000 años. Jules Bois y Madame Paquin aplicaron esta idea en el vestuario de la obra La Furie. Jules Bois se había documentado ampliamente en los museos y los yacimientos de Creta (las pinturas de Knossos y otros palacios) y había llegado a la conclusión que muchas de las ropas que se llevaban en aquellos tiempos tuvieron repercusiones siglos más tarde, se podían considerar “modernas” según los estándares de la época (1909).
http://query.nytimes.com/mem/archive-free/pdf?_r=1&res=9B0DE2D81738E033A25752C2A9649C946897D6CF

La existencia de una pieza de vestir con una finalidad similar a la del corsé no se limita únicamente a Creta. En Roma existían unas prendas nombradas “strophium” y “marmillare”, la función de las cuales era sujetar los senos de la mujer. Dan testimonio de esto los mosaicos, pinturas y esculturas encontradas, que muestran diferentes formas de envolver los senos, siendo todas precedentes del corsé.

El “corsé”, teniendo en cuenta lo anterior, se puede considerar un elemento de la vestimenta presente desde hace mucho en la cultura humana. Aún así, la única conexión entre el corsé propiamente dicho y sus antecedentes es la idea de poder modelar el cuerpo de la mujer (y a veces el del hombre) siguiendo las modas existentes en cada época.

BIBLIOGRAFIA:

  • Corsets in ancient Greece. New York Times, February 21, 1909.
  • STEELE, Valerie. The Corset: a cultural History. Yale Uiversity Press, New Haven & London, 2001.

dilluns, 15 de febrer del 2010

PRESENTACIÓN


Hola,
Somos un grupo de alumnas del grado de Historia e Historia del Arte de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona.
Hemos creado un blog como trabajo, un blog que hará un recorrido por la historia de los corsés, su creación, las etapas y estilos.
Agredecemos sus visitas e interés.

A.S.M.I.N